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Viajar es una experiencia de descubrimiento infinita, te permite despertar muchas emociones, rebasar tus límites descubrir nuevas realidades y los más importante compararlas con la tuya.

Existen diferentes tipos de viajes, viajes de trabajo, viajes de fines de semana, viajes con amigos, viajes de generación, viajes religiosos, hasta viajes mentales, pero en esta ocasión nos centraremos en los viajes de placer.

Generalmente cuando cambias de país, las cosas suelen ser muy diferentes a lo que estás acostumbrado y las razones pueden ser obvias, el lenguaje, la alimentación, la arquitectura, el clima, la idiosincrasia, la anatomía de las personas, el color de piel, todo cambia. Así que te obliga a salir de tu zona de confort y al mismo tiempo se vuelve una lluvia de información nueva a tu alrededor.

Estar en un lugar dónde la mayoría de lo que sucede a tu alrededor es nuevo, te obliga a prestar más atención a los detalles para poder entender lo que pasa. Esto que provoca que tu curiosidad sea mucho más consciente.

Cuando exploras el mundo con curiosidad tienes la capacidad de ver cosas que muchas veces pasas por alto, y estos nuevos descubrimientos pueden despertar nuevas emociones de asombro.

Cuando experimentas nuevas emociones aprendes nuevas cosas, y cuando viajas estás emociones nuevas son aprendizajes provenientes de nuevas realidades a las que te expones.

Viajar va más allá, te permite contrastar las expectativas que muchas veces generas antes de ir al lugar, expectativas que fuiste creando a lo largo de tu vida y que una vez que experimentas el viaje tienes la oportunidad de desbloquear las expectativas y crearte un juicio sobre las mismas.

Imagina que siempre haz pensado que Paris, la capital de Francia, es la ciudad del amor. Dónde todo lo que sucede es extremadamente romántico, pero al visitarlo por primera vez, te das cuenta de que es una ciudad caótica llena de tráfico y con todos lo problemas de las grandes ciudades.

Una vez que descubres que el romanticismo no pertenece a Paris podrás contrastarlo con tu realidad y encontrar dónde consideras tú, que existe realmente el romanticismo, tal vez la zona más romántica que conozcas está cerca de tu casa y ahora la aprecias más, pero realmente lo que sucede es que estás comenzando a darle un significado al amor en tu realidad.

Este ejemplo pudiera aplicarse a muchas otras cosas que te pasa cuando viajas.

Viajar es una de nuestras actividades favoritas, siempre nos permite continuar alimentando nuestra curiosidad y contrastar nuestra realidad todo el tiempo.

Si estás pensando en viajar hazlo, que no te quepa duda de que será un evento en tu vida y que te dejará muchas nuevas experiencias y aprendizajes.

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